Desde pequeño te enseñan sobre la importancia de ser agradecido cuando recibes algo. Especialmente cuando se nos enseñan las famosas “palabras mágicas” por favor y gracias.
Sin embargo, aunque crecemos con esta enseñanza, muchas veces no practicamos la gratitud tanto como deberíamos.
La importancia de ser agradecidos
¿Alguna vez nos hemos detenido a pensar cuán agradecidos somos? Probablemente, si lo hacemos, nos daremos cuenta de que quizás no lo somos. Nos limitamos a dar las gracias cuando alguien nos da un regalo, nos sede el asiento o nos abre la puerta. Pero esto es agradecimiento solo como una formalidad.
Es común encontrarnos con personas que tienen una actitud negativa hacia la vida, que todo les molesta o les irrita, que se les dificulta ver las cosas buenas que les suceden.
Hay quienes parecen solo encontrar lo negativo en cada situación. Esta postura nos dificulta ser objetivos y encontrar soluciones más allá de quejarnos y victimizarnos.
¿Te sientes identificado y quieres cambiar esta actitud por una que te haga ser agradecido, sentir más feliz y pleno? Sigue leyendo y alade a tu vida las prácticas para ser agradecido todos los días que te proponemos.
Beneficios de ser agradecido
Cada persona vive bajo circunstancias diferentes y tiene sus propios problemas y recursos. Pero es seguro que siempre habrá algo por lo que podamos agradecer. Ser agradecidos no solo es beneficioso para nosotros mismos, sino para las personas que están a nuestro alrededor.
Aunque en ocasiones las circunstancias de la vida nos dificulten manifestar nuestra gratitud, con un poco más de consciencia y actitud positiva podremos lograrlo.
Estos son algunos de los beneficios de ser agradecido:
- Aumenta tu nivel de felicidad
Ser agradecidos por todo nos ayuda a ser más conscientes de nuestra fortuna y valorar más lo que tenemos. Y no solo lo que tenemos, sino a quienes nos aman.
En la vida hay tantas cosas por las que ser agradecidos. Nuestra familia, nuestros amigos, nuestros 5 sentidos, nuestra salud. La lista puede ser interminable.
Esta práctica nos permite enfocar nuestro pensamiento en lo positivo, en lo que poseemos. De esta manera, nos distraemos de la ansiedad por lo que no tenemos.
- Transfiere tu energia positiva y la multiplica
Cuando somos agradecidos con alguien, transmitimos emociones positivas y expandimos la sensación de bienestar hacia los demás. ¿Has sentido lo bien que te cae un agradecimiento cuando haces algo por alguien?
Ser agradecido no solo te llena de energía positiva a ti y te hace más feliz, sino que tiene la capacidad de hacer más felices a otros. En primer lugar porque te da la capacidad de contagiar ese positivismo a otras personas porque es realmente gratificante escuchar las palabras de agradecimiento de otros.
Esto además fortalece los vínculos con las personas que quieres, aprecias o están a tu alrededor, porque te hace una persona amable y feliz con la que muchos quisieran estar, para contagiarse un poco de esa felicidad y positivismo.
Ser agradecido se trata más de dar que de recibir. Cuando recibimos nos sentimos bien, pero cuando damos, el sentimiento de plenitud es aún mayor.
- Mejora las relaciones con los que te rodean
Al ser agradecido, desarrollas una mejor empatía. Esta cualidad es indispensable en las relaciones interpersonales porque es la que nos permite conectar de manera auténtica con los otros.
Cuando nos dan las gracias por cualquier cosa que hayamos hecho, nos sentimos apreciados, importantes y que nuestro esfuerzo ha sido valorado, así que si practicas tu agradecimiento con los demás, probablemente los harás sentir de la misma forma.
Además, las personas prefieren rodearse de gente con vibras positivas que les den confianza. Ser agradecido, sin duda, eleva estos atributos.
- Incrementa tu positivismo
Alguien que es más consciente de lo que tiene, más allá de lo que carece, sin duda tiene una visión menos pesimista del mundo y la vida.
Ser positivo no significa estar siempre feliz, sino saber concentrarse en que no todo es malo. Así se disfruta más de las experiencias diarias al ser agradecido.
Debemos comenzar por centrarnos en las cosas positivas que sí tenemos y sí nos pasan. Usualmente tendemos a ver solo lo negativo, porque son los aspectos que mayor impacto tienen en nosotros, o únicamente notamos cuando nos suceden cosas “espectaculares” por la misma razón.
No tienes que esperar lo extraordinario para ser agradecido.
Lo cierto es que, independientemente de nuestra situación, todos los días nos suceden cosas buenas y positivas. Si aprendiéramos a identificarlas y ser agradecidos por ellas, viviríamos más felices.
Cambia tu actitud y cambiarás tu percepción del mundo
El simple hecho de despertar en la mañana y saber que estás vivo es motivo de agradecimiento. Saber que puedes respirar, ver, sentir, oler, oír, caminar, que tienes comida para alimentarte y agua para asearte, son motivos por los cuales puedes y debes ser agradecido.
Diversos estudios han demostrado que los países más felices del mundo no son los más ricos o los que tienen mayores recursos. Son quellos en los que su gente, pese a sus problemas, tiene una actitud positiva hacia la vida, con expectativas reales, que agradecen el simple hecho de vivir.
Además, cuando somos agradecidos tenemos la capacidad de abrir nuestros ojos al mundo, y observar cosas que quizás antes pasaban desapercibidas. Te brinda la oportunidad de apreciar los pequeños detalles.
Cuando ejercitamos esta consciencia, nuestra actitud cambia y, cuando eso pasa, todo a nuestro alrededor cambia. Tú decides si tu actitud canbia tu perspectiva del mundo hacia lo positivo o lo negativo al ser agradecido o no.
¿No has notado cómo cuando dejamos de preocuparnos, tenemos una actitud más positiva y dejamos que las cosas fluyan, todo comienza a suceder como esperamos? Incluso, si no sucede como esperamos, sucede mejor. Ser agradecidos es parte de ese proceso.
10 prácticas para ser agradecido todos los días
- Escribe un diario de gratitud
Lleve un pequeño cuaderno y dedique un tiempo cada día a anotar los gestos cariñosos de los amigos, los ascensos o cualquier cosa que le haga brillar de oreja a oreja. No hace falta que escribas un diario completo. Esto informa a tu cerebro de que hay un patrón continuo de gratitud y regocijo por la vida.
- Da las gracias más a menudo
Puedes traer más felicidad a tu vida mostrando verbalmente lo agradecido que estás a las personas importantes en tu vida que a menudo dicen “gracias”. Sea quien sea esa persona, le encanta escuchar tu gratitud y verás lo cómodo que es darla.
2. Ponerse en el momento presente
Empieza por reconocer tu entorno. Siente la silla en la que estás sentado y escucha todas tus inhalaciones y exhalaciones. Estarás más accesible y disponible para ti y para las personas que te rodean. SteindlRast describe el momento presente como un regalo, pero sin él no hay nada. Vamos a ver lo agradecidos que estamos por las pequeñas cosas.
3. Promete usar palabras positivas
Ni siquiera te das cuenta de la mitad de las veces que dices algo desagradable, te quejas del mundo y te criticas a ti mismo. Todas estas palabras son una pérdida de nuestro tiempo y energía y nos ciegan a las cosas increíbles que están sucediendo delante de nosotros.
Si entrenamos nuestro cerebro para que se centre en la felicidad, veremos florecer ante nuestras vidas un modo de vida despreocupado.
Una buena manera de ser positivo es darse una afirmación diaria. Mírate al espejo todas las mañanas y dite a ti mismo que eres maravilloso y que puedes hacer todo lo que desees.
4. Pasa más tiempo en la naturaleza
Si te prometes ver de verdad las maravillas que te rodean, encontrarás la magia en todas partes. Estar al aire libre también proporciona a tu cerebro un descanso natural.
Cuando tu cuerpo está funcionando al máximo, tu mente definitivamente te seguirá.
5. Hazte voluntario
La revista BMC Public Health realizó un estudio que demuestra que las personas que hacen voluntariado con regularidad tienen un menor riesgo de depresión y son generalmente felices.
¿Te gustan los perritos y los gatitos? Ve a un refugio de animales local y acurrúcate con algunos que no tienen hogar. ¿Te gusta hacer yoga? Presta tu servicio a organizaciones sin ánimo de lucro que ofrecen cursos a personas encarceladas y a mujeres que se recuperan de un trauma.
6. Piensa en ti cada noche
Cuando nuestras vidas están llenas, tendemos a dejar pasar las cosas sin pensar realmente en cómo nos afectan. Te ayuda a hacer una pausa y pensar en lo que ha pasado en el día.
Puedes vivir cada acontecimiento feliz y sonreír con el bonito mensaje de texto que has recibido de tu pareja antes de darte cuenta. Con esto logras un reconocimiento inmediato de la alegría de tu vida.
7. No te compares con los demás
No sirve que todo el mundo se pegue a la belleza de los demás. Te olvidarás de que tienes mucho que ofrecer al mundo. Utiliza tu energía espiritual para centrarte en lo maravilloso y único que eres.
Seguro que los demás tienen sus bendiciones, desde carreras envidiables hasta lo delicioso de los muebles, pero tómate el tiempo de profundizar en tus puntos fuertes.
8. Tómate un momento
Haz una larga caminata o cocina una comida gourmet cuando no haya nadie cerca. Quizás empieces a meditar cada día después del trabajo para limpiar su mente.
Si no sabes cómo meditar, te recomendarnos esta guía completa de cómo meditar para principiantes.
Estos hábitos tienen un efecto duradero en tu autoestima, que te hace más agradecido. Si pasas tiempo a solas de forma consciente, puedes cargar y mimar la batería. Esto le ayudará a resolver el problema de forma más eficiente más adelante.
9. Sé humilde
La humildad ayuda mucho tanto en nuestra vida personal como en nuestra carrera. El vínculo entre la humildad y la ayuda a los demás es innegable. Es difícil ser compasivo sin humildad. Se puede decir que la gratitud y la humildad están inextricablemente unidas.
Las raones para comenzar a agradecer agradecido y quejarse menos son importantes. Seguramente tienes problemas que ameritan solución,pero estos forman parte de la vida. Así que enfócate en eso que sí tienes, en los recursos con los que cuentas y cómo puedes utilizarlos para mejorar tu vida.
Convierte en un hábito ser agradecido todos los días; verás cómo cambia la forma en que ves el mundo y cómo te sientes con lo que te sucede a diario.