¿Alguna vez has sentido que no eres lo suficientemente bueno para hacer el trabajo para el que fuiste contratado? ¿Y que tu jefe podría encontrar la manera de hacerlo funcionar en cualquier momento? Quizá sientas que estás fingiendo ser un adulto capaz de comprar una casa o criar a un hijo.
Muchas personas creen que no son tan inteligentes o capaces como los demás, a pesar de todas las pruebas que demuestran que podemos desenvolvernos con éxito en nuestras vidas, carreras y relaciones. Esto se conoce como síndrome del impostor o fenómeno del impostor.
No es un problema que requiera un diagnóstico. Es una forma de pensar que puede causar dudas, problemas de autoestima y pérdida de oportunidades.
“Es esa sensación en la que todo el mundo a tu alrededor sabe lo que hace pero tú te sientes perdido”, dice la psicóloga Susan Albers. “Temes que la gente que te rodea descubra que no sabes de qué hablas y te exponga este hecho como un fraude”.
El síndrome del impostor es lo peor. Puede convertirse rápidamente en un círculo vicioso con graves consecuencias negativas.
Reconocerlo y tener las herramientas para superarlo puede ayudarte a dejar de obstaculizar tu propio camino.
Cuando te sientes un fraude
No estás solo si te sientes un impostor. Según un estudio, 7 de cada 10 adultos experimentan esta sensación en algún momento.
El estudio original sobre el síndrome del impostor se centró en mujeres de alto rendimiento que luchaban por atribuirse su éxito en los años 70. La Dra. Albers afirma que este fenómeno está presente en todas las edades, tanto en hombres como en mujeres.
No es raro que las personas perfeccionistas, trabajadoras y de alto rendimiento se sientan como un fraude. Esto incluye a muchas celebridades, médicos, abogados, académicos y universitarios. La Dra. Albers afirma que Einstein declaró una vez que sus investigaciones recibían más atención de la que merecían.
El síndrome del impostor puede manifestarse de muchas maneras diferentes.
En el trabajo: Las personas con mentalidad de impostor suelen atribuir su éxito a la suerte, en lugar de a sus capacidades y su ética de trabajo. Esto puede impedirles solicitar ascensos o pedir aumentos de sueldo. A veces sienten que deben trabajar más para cumplir con los estándares imposibles que ellos mismos establecen.
En casa: Todos los padres pueden recordar un momento en el que se sintieron completamente incapaces de asumir la responsabilidad de criar a sus hijos. Los padres que permiten que estos sentimientos se agudicen pueden tener dificultades para tomar las decisiones correctas para su hijo.
Los alumnos pueden tener miedo de hablar o hacer preguntas en la escuela porque temen que los profesores y los compañeros piensen que son estúpidos.
Relaciones: A veces las personas se sienten inseguras sobre el afecto que reciben de su pareja y temen que se les juzgue. La Dra. Albers dice que a veces la gente intenta terminar una relación por sí misma.
La inseguridad y la ansiedad pueden provocar ansiedad, miedo y estrés. Las investigaciones han demostrado que el síndrome del impostor puede provocar una disminución del rendimiento laboral, de la satisfacción en el trabajo y un aumento del agotamiento. También se ha relacionado con la ansiedad y la depresión.
6 pasos para superar el síndrome del impostor
Para superar el síndrome del impostor, primero debes reconocer tu potencial y asumir la responsabilidad de tu éxito. Estas son las sugerencias de la Dra. Albers:
Separar las emociones de los hechos
Es posible que sientas el síndrome del impostor en algún momento de tu vida. La Dra. Albers aconseja estar preparado para estos sentimientos y ser consciente de ellos. Puede que estos pensamientos no sean ciertos, pero es importante reconocer que pueden parecerlo. “Recuerda que aunque tu mente te diga “no entiendo lo que digo”, en realidad eres capaz de aprender más y saber más”.
Lleva la cuenta de tus logros
Puede ayudarte a recordar tus logros cuando te sientas deprimido. Guarda en una carpeta aparte el correo electrónico de tu jefe en el que te reconoce por tu excelente trabajo en un proyecto. Puedes colgar en la nevera una tarjeta que te haya dado tu hijo, en la que describa lo bueno que eres como padre.
No te compares con otros
En lugar de comparar tus logros con los de los demás, céntrate en los tuyos propios. Por ejemplo, comparar tu vida con las redes sociales de personas influyentes cuidadosamente seleccionadas puede hacer que te sientas inadecuado.
Dale vuelta al síndrome del impostor
Las personas inteligentes y con éxito suelen sufrir el síndrome del impostor. Dice mucho de ti mismo que puedas reconocerlo. La Dra. Albers dice: “Los verdaderos impostores no tienen este sentimiento”. Que esto te sirva de motivación para seguir avanzando.
Habla con otras personas
A veces es una buena idea mantener una conversación con alguien en quien confíes y que te entienda. Esto puede ayudarte a ver que no estás solo en tus sentimientos del síndrome del impostor.
Pide una cita con un terapeuta
Un terapeuta te ayudará a identificar los sentimientos del síndrome del impostor y a desarrollar nuevos comportamientos que te ayuden a superarlos. La Dra. Albers afirma que “la acción realmente ayuda a superar el síndrome del impostor”. No se trata de quedarse atascado en la idea de “no puedo hacerlo”, sino de pasar a la acción y seguir adelante.
La duda sobre uno mismo es una emoción paralizante. Puedes aprender a reconocer y gestionar estos sentimientos para poder seguir adelante en lugar de quedarte atrapado en el síndrome del impostor.
Un comentario
Buen estudio me gustó gracias