Primero que todo, debemos definir ¿qué es la salud Mental? La OMS (Organización Mundial de la Salud), la describe como: “un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
Analizaremos esta definición paso a paso:
Como bien lo dice la OMS “es un estado de bienestar”, el cual a nuestro concepto, solo se alcanza cuando estamos en paz con nosotros mismos.
Si nosotros no nos ponemos de acuerdo con nuestras emociones, no aprendemos a manejarlas ni a controlarlas, lo que tendremos como resultado es un ser humano desordenado emocionalmente quien actúa por impulso y sin medir las consecuencias de lo que hace.
Esto nos lleva a tomar decisiones erradas o poco productivas que a su vez conllevan a una intranquilidad y en el peor de los casos a ataques de ansiedad que pudimos haber evitado desde un inicio. Esto sin contar todos los otros trastornos que se pueden desencadenar por un mal manejo de las emociones.
Pero ¿cómo logras este bienestar del que se habla? ¿Cómo logras hacer las paces con tus pensamientos más profundos? La tarea no es fácil, pero no significa que sea imposible. Lo primero que yo aconsejo, es sentarse y respirar y tomar la decisión en serio de que se desea dar un giro a la vida que llevábamos hasta ese momento.
Es importante que cuando te sientes a tomar esta decisión sepas y estés consiente que es una de las decisiones más importantes de tu vida, la cual, bien llevada, te puede hacer el ser humano más estable emocionalmente que puedas imaginar.
Algo que siempre menciono, es que la realización está en poder decir “soy feliz”; tú debes buscar en ti que te llena, que te haría realmente feliz partiendo de un pensamiento real y tomando en cuenta lo que tienes en este momento.
Recuerda siempre que la vida se trata de ser feliz y que es esa felicidad la que tienes que buscar a como de lugar.
Partiendo de esto, elige un lugar que sea apropiado para la ocasión. Es decir, nada de bullas ni demás; necesitas tranquilidad para poder escuchar a tu mente.
Lleva un papel y una pluma y haz una lista de las cosas que no necesitas en tu vida, otra de las cosas que necesitas. Toma en cuenta para partir, donde estás en tu vida en ese momento y a donde quieres llegar; que has logrado y como.
Una vez tengas esto listo, es importante que ordenes por prioridad real, la lista de lo que necesitas; de allí partimos para hacer la tarea más difícil: el plan para llegar a tener lo que listaste. Para esto debes tomar en cuenta cada paso a realizar como si fueras un niño de preescolar.
Al plan que desarrolles, debes siempre hacerle las preguntas de: ¿si no sale en el tiempo considerado? ¿Qué pasa si sale antes o después? ¿Tengo plan B?, ¿cómo me afectara una vez lo haya logrado? ¿Está mi familia preparada para esto? Si algo no sale bien, ¿cómo regresar al punto de partida? ¿Qué consigo haciendo esto? ¿Qué puedo perder haciendo esto? Siempre siguiendo el norte de tu felicidad y realización.
Todas estas preguntas por muy simple que parezcan van a desarrollar nuevas dudas que te iluminaran el pensamiento sobre la idea o el plan que tengas en el momento. Debes tratar de cubrir todas las salidas posibles para así evitar errores.
Es importante que consideres que todo plan tiene un margen de error y que los mismos solo nos sirven para aprender, tomar experiencia y seguir adelante con lo aprendido.
Habiendo hecho este primer paso, tienes luz verde para comenzar a realizar tu plan.
Recuerda que:
- Debes tratar en la medida de lo posible de enfocarte en una sola cosa a la vez, de allí la lista de prioridades. Si tratas de hacer muchas cosas al mismo tiempo, perderás el rumbo y la concentración que necesitas y al final no llegaras a ningún lado o estarás siempre atascado en el punto de partida.
- También recuerda mantener la calma, no todos piensan y actúan como tú. Lo que tú ves blanco y negro otros lo pueden ver color arcoíris. Trata siempre de ponerte en el lugar del otro.
- Practica la meditación, esto nos ayuda a relajar los pensamientos y a tratar de definir qué cosas de todas en nuestra lista son las principales. Qué cosas necesitamos terminar primero. También nos ayuda a organizar ideas y a su vez a sentirnos mejor con el mundo en general. Para esto puedes:
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- Acostarte en un parque mirando el cielo. Ver las nubes pasar es una forma muy buena de relajarte sin adormecerte y así podrás meditar.
- Irte a una montaña con una hermosa vista.
- No intentes escuchar música de relajación para meditar. Hay personas que lo pueden hacer, yo sin embargo no lo recomiendo ya que ocupas un sentido primordial para poder meditar, el oído.
- Si no puedes hacer nada de esto, simplemente metete a la ducha y deja que el agua haga su trabajo.
4. Haz ejercicio. Esto libera el estrés que puedas cargar del trabajo y la presión cotidiana.
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- Si no tienes acceso a un gimnasio, baila en tu casa, canta, brinca etc. Lo importante es que dejes salir lo que tienes por dentro y te sientas libre.
5. Evita prestar demasiada atención a la vida de los demás. Recuerda que mientras menos neuronas gastes en cosas inútiles, mas neuronas tendrás para cosas realmente importantes. Trata de solo almacenar y quedarte con las cosas positivas de los demás, busca el lado brillante, siempre hay uno.
6. No seas una crítica andante. Hay personas que aunque todo este cien por ciento bien, algo encuentran. Estas personas no tienen paz mental. Aléjate de ellas, no dejes que te contaminen. Trata de ser un ser de luz que te destaques por la belleza de tus palabras.
El siguiente paso a analizar de la definición de Salud Mental es: “darse cuenta de sus propias aptitudes”. El primer paso (el de hacer la lista y el plan), te llevara de lleno a saber con qué cuentas dentro de ti para poder llevar a cabo algún proyecto. Es decir cuáles son esas aptitudes que tienes y de cuales careces y que debes reforzar.
Es importante que las sepas diferenciar y que sepas aceptar cuando necesitas refuerzo. No hay nada mejor que ser sincero con uno mismo y buscar ayuda sobre lo que se desea. Este es el primer paso para lograr una mejora como ser humano.
Para mejorar las aptitudes hay un sinfín de oportunidades, libros, escritos, técnicas que puedes encontrar en cualquier librería o hasta en el mismo Internet. El punto es saber reconocerlos.
Lo que sigue en la definición a analizar es “puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Decidimos unirlas al resto, ya que a nuestro entender todo va amarrado.
Una persona que puede entender que la vida no es color de rosas, que en este mundo vivimos millones de mentes pensando de forma diferente, con historias y “backgrounds” distintos y que por ende reaccionamos distinto, esta persona entiende que hay presiones que son “normales” y de la vida diaria.
Sabe dónde está el límite de lo admisible y donde se traspasa. Esta persona puede dar más a la sociedad ya que sabe dónde está el equilibrio que se necesita y logra así ser productivo.
Conoce técnicas de manejo de estrés para así poder manejar las presiones; conoce y domina su área, se prepara y a su vez, disfruta de su vida y de lo que tiene.
Esta persona si lugar a dudas es consciente de su trabajo y de la importancia de lo que hace, por ende, hace una contribución diaria a este mundo, no solo con la mano de obra que realiza, sino también con el simple hecho de no molestar al prójimo.
