Los abuelos tienden a ser un sistema de apoyo sumamente importante para las parejas, cuando los niños llegan a sus vidas; y muy especialmente cuando la familia está atravesando por momentos difíciles. Una de estas situaciones difíciles puede ser cuando los padres se divorcian.
Aunque los abuelos también son padres y madres y odian ver a sus hijos atravesar por un divorcio o separación, ellos también son capaces de colocar su propio dolor a un lado para ayudar a sus familias, y allí es donde radica la importancia de los abuelos para los niños cuando los padres se divorcian.
Comúnmente se piensa que cuando una pareja se divorcia y hay niños de por medio, lo más importante para los niños es que continúen manteniendo una buena relación con ambos padres, y que puedan compartir tiempo suficiente con los dos.
Y, aunque esto es cierto y es realmente importante, tendemos a olvidar que la relación y el tiempo que puedan compartir los niños con los abuelos son sumamente importantes también.
Es por esto que algunas veces esta relación se pierde, porque se deja de lado, especialmente cuando los padres se enfocan tanto en su propio proceso de duelo, que no reconocen ni se preocupan por el proceso de duelo que sus hijos también están atravesando.
Cuando una pareja se divorcia, no son solo ellos los que necesitan tiempo y consuelo, probablemente si hay niños de por medio, sean ellos los que más lo necesiten, y para eso están los abuelos.
Los abuelos cumplen un rol fundamental en la vida de los niños. Muchas veces funcionan como cuidadores cuando ambos padres trabajan o están muy ocupados y necesitan ayuda, pero más allá de ser cuidadores, los abuelos son esas personas que apoyan la crianza, brindando consejos que nacen de su propia sabiduría y experiencia; complaciendo los antojos de nuestros niños, y lo más importante, brindándoles tiempo de calidad y en cantidad; porque cuando las personas llegan a cierta edad, tienen mucho tiempo libre; y ese tiempo que ellos pueden compartir con las personas que aman, entre ellas sus nietos, es increíblemente valorado.
Y es precisamente eso lo que los niños necesitan, tiempo de calidad y en cantidad. Y no solamente esos niños cuyos padres desafortunadamente se separan, todos los niños lo necesitan; es sólo que quizás estos niños lo necesiten un poco más, porque la idea de familia que tenían se ha roto, y necesiten quien les ayude a reconstruirla.
Sin embargo, cuando una pareja se separa o se divorcia, los niños comúnmente son separados de sus abuelos también. Algunas veces porque ya de por sí deben dividir su tiempo entre dos casas, otras veces porque los padres echan a un lado a los abuelos de su ex cónyuge, como parte de su propio proceso de sanación.
Esta situación deja a los niños sintiéndose un poco perdidos, porque no tienen un sistema de apoyo y se ven obligados a enfrentar su propio dolor, solos. Es algo que les afecta emocionalmente, no solo por el divorcio en sí, pero además porque la relación entre un abuelo y un niño es tan especial, que la mayoría teme perderla.
Esa relación que los abuelos y los nietos construyen entre sí, les da a los niños la confianza de verdaderamente expresar sus sentimientos acerca de la separación de sus padres, porque saben que cuentan con alguien en quien apoyarse.
Así que si los niños no tienen a sus abuelos cerca, ellos probablemente no tendrán a alguien que los entienda de la misma forma que un abuelo podría hacerlo, haciendo que su proceso de sanación sea aún más difícil.
Por su parte los abuelos también se sienten emocionalmente afectados, no sólo porque deben lidiar con el dolor que les produce ver a sus propios hijos sufrir o abandonar su ideal de familia, sino porque además se sienten impotentes ante los deseos de querer ayudar de cualquier forma, y sentir que no pueden hacerlo.
Ahora bien, esto no quiere decir que cuando una pareja se divorcia la idea de familia deja de existir, simplemente se crean nuevas formas de ser familia, sin embargo, en el preciso momento en el que la separación se está dando, muchos ideales se rompen, y es cuando más se necesita del apoyo y el consuelo que los seres queridos pueden brindar.
Así que si, los abuelos además de ser excelentes aliados en el proceso de crianza, pueden convertirse en el sistema de apoyo de nuestros hijos cuando atraviesan por momentos difíciles como lo puede ser el divorcio de sus padres.
Los abuelos proveen contención, un amor que es ciego e incondicional, palabras de sabiduría y aliento, abrazos, contacto físico, experiencias, y así sucesivamente una lista de cosas que son en extreme importantes para los niños, sobre todo cuando están pasando por momentos difíciles.
La idea es nunca dejarlos de lado, porque cuando una pareja se divorcia o simplemente deja de ser una pareja, ellos no se divorcian de su rol de padre o madre, ellos aún tienen hijos con necesidades que satisfacer independientemente de la edad, y eso es algo que también aplica para los abuelos.
Ellos no dejan de ser abuelos simplemente porque su hijo o hija se ha separado de su pareja.
Ellos aún tienen un rol que cumplir, mucho amor que brindar a sus hijos y nietos, algunos incluso tienen aún amor y afecto para quien era la pareja de sus hijos, y los nietos los necesitan por igual, para apoyarlos, consolarlos, escucharlos y hacerles sentir seguros y en paz, y con la certeza de que los momentos duros pasarán, y con el tiempo se acostumbrarán a la nueva forma de familia que ahora son.
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