Así como hablamos de Bullying o Acoso escolar, en el ámbito laboral también puede presentarse un fenómeno de acoso conocido popularmente como Mobbing. El Acoso Laboral hace referencia a esas situaciones en las que un trabajador (o varios) es descalificado, desvalorado y denigrado por sus superiores o compañeros de trabajo.
Al igual que en el Acoso Escolar, en el Mobbing o Acoso Laboral el hostigador o los hostigadores, buscan infundir temor, desánimo o desmotivación, y desprecio de sí mismo en la persona afectada (la víctima) llegando a afectar su desempeño laboral, y en general, su día a día.
Aunque parezca una situación difícil de concebir, puesto que como adultos deberíamos tener un nivel de madurez (mental y emocional) más alto que los niños como para que este tipo de fenómenos no se presente, es algo que ocurre y más seguido de lo que pensamos.
Por lo tanto aunque no se le dé la misma importancia que al Acoso Escolar, el foco debe estar igualmente en la prevención.
Aceptémoslo, el Acoso Laboral se trata de violencia psicológica, y causa más daño del que podemos imaginar. Quizás pensemos que ya siendo adultos es mucho más fácil defendernos y hacerle frente a esta situación, sin embargo debemos considerar que muchas personas crecen con inseguridades muy manifiestas, y es precisamente de esto que se aprovecha el acosador.
En el caso del Acoso Laboral, el perfil del acosador cambia un poco. Principalmente, porque la finalidad es otra. Cuando se da el Acoso laboral, usualmente ocurre porque el acosador de alguna forma se siente amenazado por su víctima o por el contrario lo considera una molestia u obstáculo en su trabajo; y con el acoso busca hacerlo desistir y renunciar a su puesto.
Ciertamente se trata de personas con suficientes inseguridades como para llegar a ese punto, pero tienden a disfrazarse bajo la máscara del pasivo-agresivo, al iniciar por comentarios que puedan parecer una broma o juego, para poco a poco ir escalando hacia ofensas mayores y hasta amenazas, para infundir miedo en el acosado.
Los casos de acoso laboral suelen ser un poco más difíciles de manejar, puesto que al ser adulto al acosador le resulta más fácil esconder su actitud, y a la víctima más vergonzoso reconocerlo y hacerle frente. Esto, porque en la sociedad en la que vivimos, de por sí violenta, no todos estamos dispuestos a reconocer que este tipo de situaciones existen y son graves, y por ende los demás pueden pensar que está siendo débil y que no sabe cómo defenderse.
Y ciertamente, nadie quiere mostrar signos de debilidad en el ámbito laboral, por ende es muy común que las víctimas de Acoso Laboral, no lo reporten. Y sin embargo, sí existen organizaciones alrededor de todo el mundo encargadas de evitar este tipo de situaciones y penalizar a quien las haya perpetuado. Incluso, el propio departamento de Recursos Humano de la empresa, es quien debería encargarse de ellas.
Así que sí hay soluciones, y sí hay a quién acudir cuando el acoso ha escalado a niveles mayores. Lo importante es saberlo identificar desde que inicia, y en ese momento hacerle frente informándolo a nuestro superior o departamento de Recursos Humanos.
Nuestras palabras tienen un poder inimaginable, y usándolas adecuadamente podemos lograr que quien nos acosa se retracte. Además, es mejor atajarlo desde un principio, que ignorar el problema y dejar que siga creciendo.
Si por el contrario ya la situación ha escalado lo suficiente como para convertirse en un problema que afecta tu desempeño laboral y tu vida en general, la decisión de denunciarlo será únicamente tuya. Nadie puede forzarte, puesto que es una situación delicada, porque quizás no sólo te está afectando a ti, sino también el desempeño del resto de los trabajadores.
Sin embargo, independientemente de cuál sea el caso, deberemos reflexionar que quizás sea mejor denunciarlo y luego asumir y trabajar con las consecuencias a nivel laboral o del equipo de trabajo, que continuar aceptando el acoso y vivir angustiados constantemente. A la larga, las ofensas y amenazas constantes sin solución terminarán por hacer que dejes tu trabajo, y allí, el acosador gana.
Apóyate en algún compañero de confianza, ya que quizás tener el punto de vista de otra persona cercana pueda ayudarte a pensar las cosas mejor y tomar la decisión más acertada.
Puedes intentar hacerle frente directamente a tu acosador, sin embargo en este caso deberás tomarte el tiempo necesario para realmente evaluarlo y decidir si es lo mejor, puesto que hay personas con el perfil de acosador que al intentar hacerles frente, solo logramos exacerbar más su conducta.
Sea cual sea la decisión que tomes lo importante es saber que si se sufre de Acoso Laboral, no se está solo.
La mayoría de las empresas cuentan con departamentos o entes encargados de hacer frente a este tipo de situaciones, y en caso de que no sea así, una buena conversación con el superior o el equipo de trabajo puede ayudar a solventar la situación, ya que muy probablemente todos querrán el óptimo funcionamiento de la empresa, y para ello, es necesario velar por el bienestar de todas sus piezas.
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