La constante insatisfacción, el ajetreo, la manera en que manejamos las cosas y como buscamos que pasen de la forma más rápida, son solo algunas de las cosas que nos empujan a tomar decisiones que en algunas ocasiones simplemente no debemos tomar.
Decimos que sí a cosas que, teniendo la mente despejada diríamos que no, pero al final nos parece que fue la decisión correcta, como algo que tuviéramos que hacer, incluyendo si no tenemos idea del por qué.
Puede ser porque sientes soledad en un momento específico o porque sientes que haz pasado demasiado tiempo en soledad, y ahí te vas.
Sin darte cuenta, ya estás en algo que es difícil de salir en comparación con cualquier cosa del pasado. Debido a esto, aquí te señalaré:
6 razones por las cuales escogemos mal a nuestra pareja.
1. Sientes miedo al rechazo, así que te «enganchas» con alguien.
Es más fácil decir que sí a una decisión simple, a una persona que es más fácil de «obtener», que la persona que realmente soñamos que esté a nuestro lado, sin tener coraje alguno o sinceridad y permitiendo que los miedos se apoderen de nuestro corazón.
Puede ser el miedo al rechazo, el que no permite que seamos abiertos con nosotros mismos y sacar los sentimientos que se tienen y soltarlos.
Independiente de lo que hagamos o de con quién nos «enganchamos», nunca seremos capaces de escapar a nuestros sentimientos. Podemos estar con quien sea, sin embargo, siempre estaremos pensando en esa persona ideal y de nuestros sueños.
Acepta lo que sientes, no importa que tan duro sea, y sé honesto(a) al respecto.
A veces sentimos tanto miedo, que nos impedimos aceptar o creer que podemos experimentar mayor felicidad y escogemos no subir ese escalón adicional, quizás porque «sabemos» que la mayor felicidad que se tenga, mayores son las probabilidades de terminar con un corazón herido.
Así que escogemos a alguien por facilidad, y luego se repite la historia una y otra vez.
2. Sientes miedo a no poder estar bien por tu cuenta.
Muchas personas simplemente tienen en su mente que necesitan que alguien esté en su compañía, ya que de otra manera no pueden existir.
No solamente porque no puedan ser felices en soledad, sino también porque de acuerdo a estas personas, este es el tipo de personalidad que tienen.
Quizás era lo que estas personas buscaban mientras crecían, quizás esto es lo que realmente necesitan, pero la realidad es que estas personas nunca se cuestionan si están enamoradas, si no que se aseguran que la persona con la que están les genere seguridad, tranquilidad y confort en sus vidas.
No hay problema alguno con esto, ya que todo el mundo es diferente, sin embargo, no debería ser lo primero cuando se trata de una relación de pareja.
3. Miedo a estar en soledad para siempre.
En este caso, el miedo viene acompañado con hacer lo que tengas que hacer para evitar a toda costa estar en soledad.
De esta manera puedes entrar a una relación donde es posible que no tengas sentimientos reales hacia la otra persona, pero crees que tener algo es mejor que no tener nada y que al menos alguien te está prestando atención.
Las personas con mayor fortaleza toman decisiones difíciles con mayor facilidad, que aquellas personas que aceptan lo que sea, intentando no estar solas.
Este segundo tipo de personas dice que sí a todo, olvidando heridas del pasado y tomando malas decisiones una y otra vez también.
Te recomiendo leer 6 formas poderosas de ser más persistente si no lo has leído.
4. Sientes miedo a lo que vaya a suceder con la otra persona.
Sabemos que es difícil decir «debo terminar esto ahora», luego de pasar años juntos o de lograr cosas juntos o de construir algo juntos. Pero en el fondo sabes que debes tomar esa decisión, no solo para y por ti, sino también para la otra persona.
Debes darle la oportunidad a la otra persona, de tener una vida mejor con alguien más, una vida donde esa persona sea atendida como debe ser.
Lo que das, es lo que recibes, nunca olvides esto. Si demoras una relación y el trato que brindas es pobre, ya que no quieres estar allí, es lo mismo que recibirás en tus futuras relaciones. Así es como funciona esto.
No sientas miedo alguno a lo que la otra persona vaya a hacer sin ti, las personas se superan y comienzan una nueva vida.
5. Satisfacer a terceras partes.
Este punto está lleno de excusas: «Mis padres me pidieron y les gustaría que estuviera con él/ella», «Todos mis amigos o amigas tienen pareja menos yo, así que tengo que estar al nivel de los demás».
Es tiempo de saber que estas no son razones reales para seleccionar una pareja o para estar en una relación.
6. Adicción
Él/ella es tu droga. Sabes que estás en una relación que no es saludable y que es muy destructiva, pero no tienes la suficiente fuerza para alejarte.
Cada día estas decidiendo terminar la relación, pero al siguiente día te despiertas a lado de esa persona.
No hay forma de que te alejes, simplemente no es una opción. Te dices una y otra vez, que ya está todo terminado, pero la debilidad se apodera de ti y no das ese último paso para salir de la relación.
Se siguen «matando» a cada segundo, pero te mantienes en la situación sin tener la más remota idea, ni la razón del por qué.
Hay gente que procesa cosas como: «Nosotros estamos hecho el uno para el otro», o «nadie puede entender nuestra relación», «tenemos una unión muy especial, diferente a la de las demás personas». Seguro, se olvidan que esa «unión especial» es la que destruye sus vidas. Saben que lo correcto es alejarse, pero la relación no lo permite. Y si logras alejarte, simplemente te hundes más y más.
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