Son innumerables los mitos y tabúes sobre el orgasmo femenino. De hecho en algunos sitios esta es una práctica prohibida al igual que cualquier expresión de placer en la vida sexual de la mujer. Lo cierto es que existe y siempre ha existido la cumbre del placer para las mujeres, sin embargo gracias a la mala información, mala educación que recibimos y a los tabúes sociales, son pocas las mujeres que logran alcanzar al menos una vez en su vida un orgasmo en pareja, que es muy distinto a alcanzar un orgasmo a solas; aunque hay mujeres que no llegan ni a uno ni a otro.
Hay teorías que indican que hay dos tipos de orgasmos: el clitorideo y el vaginal. Hay más teorías que indican que hay hasta tres. En 1950, salió a la luz el punto G, en honor al que escribió sobre él, el Dr. Grafenberg. Éste afirmaba que el orgasmo más explosivo de todos era producto de la estimulación de unos tejidos internos en la vagina que sufrían una erección parecida a la del glande masculino. Este punto está supuesto a estar detrás del hueso púbico y se supone que aumenta de tamaño luego del orgasmo. Aun así, hoy día hay toda una polémica por este punto G y por el resto de las teorías sexuales. Sin embargo, nada de esto es importante si no tenemos en mente las ganas y el deseo de llegar a tener un orgasmo. Para ellos es principal tener fantasías sexuales y tratar de recordarlas a la hora de estar con nuestra pareja. De esta forma estimulamos la mente y evitamos la tensión que provoca la preocupación por lograr el orgasmo o no, lo cual influye directamente en el resultado.
También es importante conocer nuestro cuerpo. De por sí, el cuerpo de una mujer es totalmente sexual. Con esto queremos decir que no solo nos excitamos cuando nos tocan nuestras zonas erógenas, también nos excitamos con sentir una caricia en la piel o una respiración leve cerca de nosotros. Aquí entra en el juego la masturbación femenina, que por muy feo que suene, existe y es sumamente importante para realizarnos sexualmente y liberar la tensión sexual que tenemos. Debemos saber y conocer cada rincón de nuestro cuerpo, explorarlo y saber que zonas son más sensibles y que otras no. Estimularnos y conocer dónde está ese famoso punto G que nos ayudara definitivamente a alcanzar el orgasmo que buscamos. De esta forma podremos informar mejor a nuestra pareja el cual nos facilitará a alcanzar el orgasmo. [box type=”info” align=”alignright” ]Recuerda que es un trabajo en equipo y que la comunicación es el éxito de una sexualidad sana. [/box]
Sabemos que para muchas mujeres, esto no será fácil pero es cuestión de hacer un cambio en el pensamiento y dejar los tabúes atrás. Recordemos que el no liberar la tensión sexual puede traer otros trastornos que con el tiempo se van agravando y pueden desencadenar crisis o estrés constante y a su vez esto desencadena en enfermedades. También debemos estar conscientes que el no llegar al orgasmo no es 100% responsabilidad de la mujer, es un trabajo en conjunto y en equipo. Es por esta razón que la comunicación de los deseos sexuales y de cómo desean ser satisfechos es tan importante para la pareja.
Algunas cosas que estimulan a llegar al orgasmo son:
- Conocer bien cuál es la zona donde más sensible eres y comunicarla a tu pareja.
- Tener fantasías sexuales y tratar de hacerlas realidad con tu pareja.
- Estimularte previamente.
- Preparar las condiciones apropiadas para la relación sexual.
- No pensar en eso mientas estas en el acto, pues esta tensión pude hacer que nunca lo alcances.
- Abrir tu mente y dejar los tabúes atrás.
- Ubicar la posición en la que mas excitación sientes y comunicarla.
- Hablar con tu pareja y que trabajen en equipo.
Fingir un orgasmo:
Hay un sin fin de mujeres que prefieren fingir un orgasmo que tener uno. Lo digo de esta forma porque hay mujeres que se esfuerzan en estudiar las reacciones que tienen otras mujeres, ya sea en la televisión o revistas etc, y gastan energías a la hora de fingir este acto, en lugar de utilizar esta energía para estudiar y prepararse mentalmente para tener uno en vivo y en directo el cual van a disfrutar aun mas y el cual hará su vida sexual en pareja más saludable. Es increíble como hay mujeres que no se percatan que sus parejas se dan cuenta que están fingiendo y esto las dejas aún peor ante ellos… otras no saben el daño que le están haciendo a la relación puesto que mientras ellas están fingiendo, la pareja jamás se esmerará en que ellas alcancen un orgasmo de verdad, ya que ellos creerán que están haciendo un excelente trabajo. Y a la vez, las mujeres que lo fingen eventualmente encontraran la relación sexual aburrida, dolorosa y poco interesante, lo que a la larga solo trae el deterioro total de la relación.
Es por esto que en lugar de fingir, estudia, prepárate y habla con tu pareja. Recuerda que es un trabajo en equipo y que la comunicación es el éxito de una sexualidad sana.