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Cómo manejar tus reacciones emocionales

Cómo manejar tus reacciones emocionales - Psicología en acción
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Recuerda: no tienes control sobre las acciones ajenas. Sin embargo, puedes manejar tus reacciones emocionales. De esta manera construyes tu realidad. No dejes que el ambiente y los demás lo definan.

Identifica las situaciones que te afectan

Hagamos un pequeño ejercicio. Intenta recordar cuántas veces, esta semana, has pensado algo como: ¿Por qué mi compañero de trabajo habla tan rápido, le gusta esa música o se viste con tal ropa? O te dejaste irritar todo el día porque te encontraste con un conductor imprudente de camino al trabajo.

Seguramente han venido a tu mente muchas más situaciones de las que esperabas. Identifica si tienen algún patrón en común y medita al respecto.

Nuestro cuerpo no distingue las experiencias fisicas de las mentales. Si estás siendo víctima de la negatividad nacida de una experiencia, intenta cambiar tu pensamiento hacia algo mayor que el problema.

Visualiza cómo quieres sentirte y evitarás ser prisionero del impulso por sentir ira, miedo o angustia. Verás cómo cambia tu estado. A esto me refiero con crear tu propia realidad y no dejar que el ambiente la defina.

Aprende más sobre cómo mejorar tu vida con el poder de la visualización y cómo practicarla.

Controlar tus emociones, reacciones y sentimientos, no las de tu entorno.

Cómo reaccionas emocionalmente es tu problema, no de los demás. Suena injusto, pero es la realidad. Hay dos variables en la vida que puedes manejar: tus acciones y tus reacciones.

Es imposible controlar cómo actúan los otros, pero sí eres dueño de cómo te sientes. Con esto no quiero decir que debes dejar de interesarte por lo que pasa a tu alrededor. Sino a que prestes más atención a tus sentimientos y evalúes si vale la pena reaccionar o, peor, llevarte el peso de la incomodidad sobre la espalda.

Es probable que las personas ni siquiera se interesen por cómo te sientes por sus acciones. En muchos casos ni se enteran de que algo te ha afectado.

Es tu decisión dejarte afectar y cómo reaccionar emocionalmente

Muchas veces, tus acciones no se alinean con tus intenciones y te disculpas o te enojas contigo mismo por hacer algo de lo que te arrepientes. Puedes controlar lo que haces y, aunque muchas personas no toman las mejores decisiones en este momento, cómo quieres actuar sigue siendo una decisión.

Las reacciones son similares. Puede ignorar el mal comportamiento de otra persona o reformularlo y hacerlo neutral. Esto es clave cuando trabajas cómo manejar tus reacciones emocionales.

Por supuesto, esto no se aplica a situaciones ofensivas o ignorar a las personas disimuladas o dañinas. Tienes que cuidarte a ti mismo y a tu vida y tomar buenas decisiones. Esto se refiere a la gran cantidad de encuentros que tiene con personas cada día, donde sus acciones pueden desencadenar una reacción en ti.

Puedes creer que las personas deberían tratarte de cierta manera, felicitarte o apoyarte. Si esto no sucede, los culpas. Son ellos los que están mal. Pero nada más lejos de la realidad; el problema es tuyo, por tus expectativas.

Pensar antes de actuar y cómo manejar tus reacciones emocionales

En lugar de ser reactivo, como primera opción, apuesta por ser objetivo. Analiza la situación, valórala y entonces decide cómo manejarla. No te dejes manejar por los impulsos.

Piensa de esta manera,¿qué pasa si la persona que te incomoda no tiene idea de que lo está haciendo? ¿Qué pasa si está teniendo un día difícil o un momento difícil y no es consciente de lo que le están haciendo a los demás?

Al igual que tú, los demás tienen momentos en los que toman una decisión de la que pueden arrepentirse por su comportamiento. Evita ser tú quien se arrepienta mejorando en cómo manejar tus reacciones emocionales.

Cultuva tu empatía y objetividad

Aprender a ser empáticos con las creencias y enfoques de los otros es un gran primer paso. Dar un paso atrás y comprender cómo se desarrollan sus puntos de vista.

Escuchar y aprender de los demás puede ayudarte a desarrollarte como una persona objetiva. No es que estés equivocado y los demás tengan razón. Se trata de ver a los demás desde una perspectiva más objetiva y comprensiva.

Ser objetivo es tener tu propio criterio, teniendo en cuenta el punto de vista de los demás sin sentirte ofendido o desanimado por él. Se trata de darte cuenta de que en cualquier situación en la que alguien te empuja y te castiga, tienes más control del que quieres ejercer.

En conclusión, de ti depende cómo vas a sentirte respecto a los estímulos externos que vienen de los demás. Puedes transformar tus pensamientos y no dejar que las emociones incómodas te arrastren. En este punto, sabrás cómo manejar tus reacciones emocionales.

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