De seguro hay cosas acerca de ti que no te gustan. ¿Puedes cambiarlas cierto? Bueno, no exactamente. Es más propenso a que sigas haciéndolas a pesar de que te la pases diciendo que las puedes cambiar. Hay un viejo refrán que dice, «Un tigre no puede cambiar sus rayas», ¿cierto? ¿La gente no puede cambiar?
NO es cierto. La gente puede cambiar.
Pero si es cierto que la gente no puede cambiar solo con chasquear los dedos y decir adiós a patrones muy bien establecidos en su personalidad, incluyendo aquellos patrones los cuales resultan en muy malas consecuencias. Seguro, desearías que esto fuera más fácil. Uno puede llegar a estar impaciente con uno mismo, darse un buen regaño: «¡Sólo deja de hacer esto ya!» Que vá, muy mal la palabra «sólo» cuando se refiere a los cambios. No cambiamos «sólo» porque alguien o nosotros mismos queremos hacerlo.
Sin embargo, la posición opuesta también está llena de defectos. Ahuyentar a esos «demonios internos» que le dicen a uno: «no puedes cambiar, es muy difícil, no está en tu ADN, pero requiere un esfuerzo muy grande y excesivo». Tal mentalidad será capaz de sabotear todos los esfuerzos, incluso antes de empezar a cambiar algo. Si bien es cierto «eres quien eres», y que la estructura de tu personalidad «es tal cual es», NO es cierto que no puedas modificar, alterar o acondicionar muchos aspectos de tu comportamiento.
Un compromiso sensato para cambiar y no uno sin sentido al cambio, es lo que hace falta. Un compromiso informal no es suficiente. ¿Qué es un compromiso sensato para cambiar? En algún momento de tranquilidad, existe un momento de la verdad, cuando se está solo y sin presión por nada ni por nadie, cuando se está en total armonía con nuestro lado emocional, es el momento adecuado de hacer una promesa solemne o compromiso sensato para cambiar.
No hay más excusas. No más pensamientos mágicos. No más auto-sabotaje. No será fácil, pero ¿Y qué? Tienes un compromiso que cumplir y una meta.
Debes sentir la necesidad de auto disciplina, perseverancia y un duro trabajo. Eres la única persona que sabe el porqué y qué es lo que realmente quieres cambiar. Sabes a donde quieres llegar, quien quieres ser. Saber que las acciones necesitan adherirse a las creencias. Saber que no tiene sentido alguno afirmar y anunciar que quieres cambiar y luego no hacer nada al respecto. Conoces el cansancio de decepcionarse consigo mismo. Te hartas del sentimiento de frustración propia. Le das la bienvenida al cambio. Sé está listo para seguir el cambio. Dejas ir el generador de excusas y los «peros».
La adopción de nuevas formas de pensar muy raramente son confortables al inicio del cambio. Puedes sentir mucha resistencia al cambio. Pero si piensas en el cambio como una oportunidad de crecer como persona, y no como una carga, definitivamente cosas increíbles y maravillosas pueden suceder.
Una célebre frase de Muhammad Alí dice: «Un hombre que ve el mundo a los 50 igual que a los 20 años, ha mal gastado 30 años de su vida».
Entonces, no importa si eres joven, mayor o menor de 50, si has leído hasta aquí, espero que puedas realizar los cambios que deseas. No dejes que la rigidez y el miedo ahoguen tus mejoras y crecimiento. No te hundas en ti mismo creyendo que porque todas las cosas no han cambiado, nada haya cambiado.
Incluso el cambio moderado puede obtener beneficios significativos. Cambiar lo que se quiere cambiar en una dirección positiva, no sólo ampliará la confianza en si mismo, también puede enriquecer sus relaciones, mejorar su carrera, y la autonomía de su bienestar. ¡Muy buena recompensa!
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